La Caída de Batres y el Reacomodo Político en Morena

Marti Batres

Martí Batres fue el gran perdedor en su reciente disputa en el Senado de México. Su fallido intento por reelegirse como Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores demostró la imposible coexistencia de dos liderazgos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en ese órgano legislativo. Al final se impuso el de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena y Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado. Las ríspidas condiciones que llevaron a este desenlace, así como sus implicaciones, rebasan la política parlamentaria del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Representan un preludio de la lucha interior que se avecina por la renovación de la dirigencia nacional de Morena. También reconfiguran las posiciones internas de cara a la siguiente elección presidencial.

 

Con este resultado, Monreal sube sus bonos para sumarse al elenco actual de presidenciables morenistas, integrado por Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y el canciller Marcelo Ebrard. De ellos, Batres no ha tenido más remedio (dada la precariedad política en que lo dejó el trance del Senado) que mostrar su temprana simpatía por Sheinbaum.

 

Por lo demás, los hechos que enmarcaron la derrota de Batres constituyeron en sí mismos una interesante lección sobre el ejercicio de la política. Confirmaron que los impulsos se contraponen al arte del poder. Su propia visceralidad ante los acontecimientos tendió a Batres un peligroso pantano de varillas, en el que entre más se movía, más se ensartaba. De este modo, Batres fue tanto víctima de su némesis (Monreal) como de sí mismo.

Larga Pugna Entre Batres y Monreal

La reciente elección de la Presidencia de la Mesa Directiva condensó una larga lucha entre las dos figuras más importantes de Morena en el Senado. De hecho, Batres aludió a esta pugna. Solo que en ella se describió como víctima de una campaña orquestada por Monreal en su contra durante meses. No queda claro que lo haya sido no nada más porque falló en acreditar las diversas formas en que —según él— consistió esa andanada “abierta, cerrada, personalizada,” que su rival le propinó. También porque su rol en la reyerta no fue meramente pasivo. Lanzó golpes a su adversario antes y, principalmente, después de la definición del puesto en disputa.

Previo a la nueva elección de la representación senatorial, por ejemplo, Batres se distanció de la posición de su jefe de bancada con respecto al equipo del presidente de la república. De cara al primer aniversario del triunfo electoral de AMLO, el 26 de junio de este año Monreal opinó que el gabinete no trabajaba a la altura del dinamismo del mandatario. Batres no espero mucho para corregir la plana al coordinador de los senadores morenistas. Al día siguiente convocó a conferencia prensa en la que declaró que el gabinete había hecho un buen trabajo no solo con el presidente, sino también ante el Congreso de la Unión.

Protagonismo Partidista de Batres Como Presidente del Senado

Aún más, Batres desdeñó la habitual postura de quienes presiden la cámara alta de abstenerse de opinar sobre temas políticos, dado que esa posición representa por ley no a un partido sino a la unidad del Senado, para volcarse en lo contrario. Como miembro del mismo partido en el poder, Batres se dedicó a celebrar las posiciones del gobierno, rol que típicamente corresponde al coordinador de bancada. Al hacerlo, por tanto, invadió terrenos de Monreal. Es decir, de facto disputó al zacatecano el liderazgo en su grupo parlamentario. En ese protagonismo, Batres secundó al gobierno lopezobradorista en los más diversos temas. Entre ellos:

  • La iniciativa de reforma para permitir el nombramiento de un extranjero nacionalizado mexicano (Paco Ignacio Taibo II) como director del Fondo de Cultura Económica
  • La cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco y, en su lugar, la construcción del aeropuerto en Santa Lucía.
  • El rechazo a la suspensión de la aplicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, decretada por un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
  • La creación de la Guardia Nacional.
  • La descalificación a la autonomía de órganos autónomos del Estado mexicano, como las comisiones Reguladora de Energía (CRE), Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de Competencia Económica (Cofece).
  • La propuesta de consulta relativa a la revocación de mandato del Poder Ejecutivo.
  • La compra de 571 pipas para surtir gasolinas y diesel de Petróleos Mexicanos.
  • La renuencia a condenar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Demanda de Equidad de Género de las Senadoras de Morena

Correspondió a Morena proponer al presidente del Senado para el periodo de septiembre de 2019 a agosto de 2020. A dos meses de la elección de Morena de dicha propuesta, el 21 de junio Batres anunció su intención de reelegirse. Pero a diferencia del año pasado, cuando su aspiración al final tuvo el consenso de sus compañeros, esta vez encontró competencia. Provino de las senadoras morenistas, quienes suman 27 de 59 legisladores de ese partido en la cámara alta. La senadora Freyda Marybel Villegas informó la razón de esta postura. Dentro del impulso a la equidad de género en el sector público, el Senado había aprobado recientemente la conformación paritaria de mujeres y hombres en diversos órganos de gobierno. Ante ello, explicó Villegas, “muchas mujeres estamos impulsado que la mesa directiva esté en manos de una mujer” (Reforma, 21/6/19).

La posición de las senadoras encontró respaldo en representantes de otros partidos. En particular, los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (que integran 51 de los 128 legisladores que componen el Senado) demandaron formalmente que la presidencia de la mesa directiva recayera en una mujer. En una reacción oportunista e insultantemente condescendiente, Batres pretendió acomodar esas posturas a sus intereses.

Intentó reducir el principio de equidad de género (igualdad de acceso a posiciones de decisión para mujeres y hombres) a la simple paridad de género (la mera igualdad de participación de mujeres y hombres en órganos de gobierno sin considerar su ubicación jerárquica). Bajo este sofisma, propuso que para “hacer realidad” la paridad de género se reeligiera a toda la mesa directiva (con él a la cabeza, por supuesto), ya que estaba conformada por ocho mujeres y tres hombres (Reforma, 3/7/19). Es decir, para qué querían las mujeres ejercer el puesto principal, si podían ocupar varios secundarios.

Reacción Visceral de Batres Ante su Derrota

De cualquier manera, Batres fracasó en su empeño. El 20 de agosto Mónica Fernández fue electa presidenta del Senado con 33 votos contra 29 de Batres y dos sufragios nulos. Se convirtió en apenas la cuarta mujer en la historia en ganar esa posición. Batres trató de anular el resultado. Sus reacciones no solo fueron infructuosas, sino también crecientemente contraproducentes para su causa. Sus ímpetus lo exhibieron como un político visceral (hasta ofensivo contra sus compañeros) y lo llevaron prácticamente al aislamiento.

 

Inmediatamente después de conocidos los resultados, Batres emprendió su contraofensiva. En conferencia de prensa, atribuyó su derrota a Monreal sobre quien lanzó diversos epítetos. Lo definió como un político: “faccioso; incapaz de encabezar un movimiento plural, de convivir en la diversidad y de compartir responsabilidades; acomplejado.” Pero lo hizo solo. En su perorata no estuvo presente ninguno de los senadores que votaron por él.

 

En cambio, la mayoría de los legisladores que inicialmente apoyaron a Batres prefirieron cerrar filas con el resto de sus compañeros. En demostración de unidad y respaldo al coordinador de su bancada, todos ellos acompañaron a Monreal en la presentación de los resultados de la elección. También en conferencia de prensa, el líder de los senadores morenistas expresó su respeto a Batres, a quien llamó a incorporarse con ellos. “Tenemos muchas tareas que hacer,” dijo.

 

Pese a su creciente aislamiento y debilitamiento político, Batres avanzó su inconformidad ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena (CNHJM). Centró su impugnación en la participación las cinco senadoras del Partido Encuentro Social (PES) en la votación, supuesto imprevisto en la convocatoria de la elección. Su protesta fue avalada por Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena, quien dijo que los senadores morenistas debían apoyar a Batres por haber sido el presidente fundador del partido.

Contraofensiva de Batres Fortaleció a sus Opositores

 El 29 de agosto, la CNHJM falló a favor de Batres. Esta comisión ordenó reponer la elección, al considerar indebida la participación de las legisladoras del PES. Al día siguiente, Batres usó esta decisión para clamar su victoria moral, aunque anunció que ya no competiría por la presidencia del Senado. En contraparte, 42 senadores morenistas, encabezados por Monreal, firmaron una carta para ratificar la designación de Fernández. Es decir, la controversia sirvió para que la senadora sumara nueve legisladores más a su causa respecto a los 33 que originalmente votaron por ella.

A final de cuentas, el auto-atribuido triunfo moral de Batres resultó efímero y la carta innecesaria. Tres días después el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó la resolución de la CNHJM. La Sala Superior del TEPJF declaró incompetente a la CNHJM para decidir sobre un tema legislativo, por ser un órgano partidario.

Durante y después de la disputa, Batres profirió una serie de descalificaciones contra Monreal y sus propios compañeros. Por algunas de ellas, que no pudo sustentar, fue confrontado por los senadores aludidos. Por ejemplo, Batres sugirió que los senadores que votaron en su contra lo hicieron víctimas de presiones, amenazas, chantajes y sobornos. En respuesta, el senador Alejandro Armenta exigió a Batres que demostrara sus acusaciones de soborno o que lo contrario ofreciera una disculpa pública a los legisladores que no lo apoyaron.

En un inicio, AMLO trató de atajar el conflicto. Cuestionado sobre el diferendo Batres-Monreal, el 21 de agosto el presidente dijo que “el pueblo tiene un instinto certero, sabe quién habla con la verdad, quién tiene buenos sentimientos, quién se preocupa por ayudarlos y quién es trepador, un oportunista, un politiquero.” Su mensaje, sin embargo, fue demasiado vago, porque ni Batres ni Monreal se dieron por aludidos.

Continúa la Andanada de Batres Contra Monreal

Una vez fuera de la Presidencia del Senado, Batres ha continuado su andada contra Monreal, aunque bajo diferente modalidad. Ahora se ha dedicado a anunciar iniciativas de ley tendientes a acotar el poder o al menos cuestionar indirectamente a su coordinador de bancada. Así, ha planteado la rotación de la Mesa Directiva del Senado y de la Jucopo, que encabeza Monreal. También ha propuesto la desaparición de los senadores de representación proporcional, vía por la cual Monreal arribó al Senado.

Asimismo, Batres se ha encargado de hacer públicas sus diferencias con Monreal con respecto al manejo del Senado. Por ejemplo, rechazó la solicitud de aumento del 3.7% al presupuesto de la cámara para 2020 acordada por Monreal. “Si la propia Presidencia de la República está pidiendo menos recursos no existe justificación alguna para que el Senado pida más,” argumentó.

Sin embargo, su postura de austeridad contrasta con algunos costos que su paso por la presidencia de la mesa directiva dejó al Senado. Una investigación periodística reveló que como titular de la cámara ordenó la contratación de 79 personas. Hasta la primera quincena de esta mes de septiembre, 66 de ellas todavía seguían en la nómina senatorial, con un costo anual de casi 51 millones de pesos. Al descalificar el profesionalismo de la reportera que difundió los datos, Batres desmintió la información. Dijo que no había recomendado a nadie y que la mayoría de los trabajadores enlistados no fueron designados por él, sino por Monreal en acuerdo con Emilio Gamboa, coordinador saliente de la Jucopo, el año pasado.

Los Costosos Recomendados de Batres

Como Batres no documentó ninguno de sus dichos, fue fácil para la reportera cuestionada refutarlo. A diferencia de Batres, la periodista sí presentó evidencia de su información. Consistió en un escrito oficial de respuesta del Senado a una solicitud de información pública que ella formuló. El documento indica que las personas señaladas en la noticia fueron contratadas por “petición expresa o mediante referencia o instrucción del senador Martí Batres.” Monreal, en tanto, negó tajantemente la imputación de Batres. Más aún, tan no tenía nada que ver con los recomendados de Batres, que Monreal anunció todos ellos serían despedidos, cosa que ocurrió el 15 de septiembre.

 

El embrollo, sin embargo, no terminó allí. De los 66 recomendados de Batres despedidos, 35 se organizaron para exigir una indemnización que en total podría costar 11 millones de pesos a la Cámara de Senadores.

 

Por lo  demás, a expensas de la eliminación de Batres como coprotagonista, se consolidó el poder de Monreal en el Senado. El control del zacatecano no sólo abarca a los senadores de su partido (59), sino también a los de sus aliados PES (5), PT (6) y PVEM (7), que suman un total de 77. Esta sólida mayoría obliga al resto de las bancadas (PAN, PRI, MC y PRD), que congregan 51 legisladores en total, a negociar con el coordinador morenista para avanzar cualquier propuesta. Con esta fuerza política, Monreal se agrega a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard como uno de los principales prospectos de Morena para la próxima elección presidencial.

Sheinbaum, la Opción de Futuro Para Batres

La precariedad política a que lo redujo el trance del Senado, no deja a Batres más opción que empezar a ver a futuro con alguno de los tres. Por obvias razones, Monreal no es de ninguna manera opción para él. Tampoco lo es el canciller. Baste recordar que en 2011 Ebrard, entonces mandatario capitalino, destituyó a Batres de la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal. La razón del despido fue el ahora comprensible desplante de Batres de criticar a Ebrard por asistir al informe de gobierno del presidente Felipe Calderón.

 

Por eliminación, entonces, solo le queda Sheinbaum. Por esta razón no extraña que en reciente artículo Batres haya celebrado los “avances logrados” por el gobierno de Sheinbaum en la Ciudad de México en diversos rubros (El Universal, 20/9/19). Su opinión contrasta con la de la mayoría de los capitalinos, quienes desaprueban la gestión de Sheinbaum, principalmente en lo referente a la situación económica y de seguridad pública de la metrópoli (El Financiero, 10/9/19).

 

No obstante, estas diferencias declaradas de percepción entre políticos y ciudadanos lejos de ser extrañas, son más bien comunes. Los intereses de poder hacen que las opiniones de políticos como Batres regularmente difieran de las que tiene la ciudadanía.

* Foto: Martí Batres. Fuente: https://bit.ly/2nPtiad

Copyright © Público y Poder | Héctor Ibarra Rueda

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