
Alimentada por el fracaso gubernamental para prevenir y castigar los delitos, la percepción de inseguridad en México creció considerablemente en los últimos nueve años. De 2011 a 2019, los estados donde la mayoría de sus habitantes se sienten inseguros aumentó de 26 a 30 (ver Tabla). Es decir, hoy más de la mitad de la población percibe inseguridad en casi todas las entidades federativas de la república. Las excepciones son Baja California Sur y Yucatán. Pero aún en estos estados la sensación de riesgo de los personas de sufrir algún crimen se incrementó sensiblemente en este lapso. La percepción de inseguridad pasó de 37.1% a 48.2% de los bajacalifornianos y de 26.6% a 37.5% de los yucatecos.
Más aún, el temor a la criminalidad se elevó en más de diez puntos porcentuales en otros trece estados en ese periodo. Incluso, en tres de ellos (Chiapas, Guanajuato y Querétaro) el alza fue superior a 30 puntos porcentuales. En otras palabras, en estas entidades la percepción de inseguridad se extendió a tres de cada diez ciudadanos más.
Estas cifras proceden de los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) de 2019 (dados a conocer el 24 de septiembre de este año) y de años previos. La ENVIPE es realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) de México. Del 1 de marzo al 30 de abril de este año, la ENVIPE 2019 se aplicó a una muestra representativa de 102,043 viviendas del país.
Tabla: Porcentaje de la Población que Percibe Inseguro Vivir en su Estado
Estado | 2011 | 2019 |
Aguascalientes | 60.8 | 56.4 |
Baja California | 58.2 | 66.4 |
Baja California Sur | 37.1 | 48.2 |
Campeche | 51.2 | 61 |
Coahuila | 64.6 | 57.1 |
Colima | 65.8 | 77.8 |
Chiapas | 38.3 | 68.8 |
Chihuahua | 89.5 | 80.8 |
Ciudad de México | 75.3 | 89.2 |
Durango | 88.1 | 64.7 |
Guanajuato | 54 | 88.8 |
Guerrero | 72.5 | 84.7 |
Hidalgo | 55.3 | 65.5 |
Jalisco | 71.2 | 77.7 |
Estado de México | 83.9 | 88.8 |
Michoacán | 76.1 | 80.2 |
Morelos | 80.8 | 88.5 |
Nayarit | 79.3 | 60.5 |
Nuevo León | 84.6 | 81.7 |
Oaxaca | 73.3 | 71.2 |
Puebla | 64 | 87.7 |
Querétaro | 30.2 | 62 |
Quintana Roo | 63.9 | 82.1 |
San Luis Potosí | 76.3 | 77.6 |
Sinaloa | 80.8 | 64.6 |
Sonora | 46 | 68.3 |
Tabasco | 77.7 | 90.2 |
Tamaulipas | 83.4 | 83.1 |
Tlaxcala | 41.6 | 69.4 |
Veracruz | 64.8 | 87.6 |
Yucatán | 26.6 | 37.5 |
Zacatecas | 83.1 | 80.6 |
La Experiencia Genera la Percepción de Inseguridad
La ENVIPE aporta datos importantes para entender cómo los ciudadanos sufren y lidian con la irrefrenable crisis de inseguridad que azota al país desde hace por lo menos doce años. A continuación examinaré algunos de los principales hallazgos de esta encuesta en 2019.
Las mujeres son las más afectadas por la percepción de inseguridad. De ellas, el 82% se siente insegura en su estado, el 74.1% en su municipio y 54.5% en su colonia contra 75.4%, 66.3% y 46.2% de los hombres, respectivamente.
Asimismo, una amplia proporción de la población siente inseguridad en la mayoría de los espacios que concurre. Entre ellos: cajeros automáticos (82.4%), bancos (72.6%), transporte público (71.5%), calles (70.9%), carreteras (65.5%), mercados (61.5%), parques o centros recreativos (59%), centros comerciales (50.5%), automóvil (46.5%), escuela (46.2%), su trabajo (34%) y hasta en su casa (23.8%).
La creciente percepción ciudadana de inseguridad tiene su origen en la experiencia propia. Se estima que más del 28% de la población adulta fue víctima de la delincuencia en 2018, con un promedio de 1.3 delitos por persona afectada. Los principales crímenes que sufrieron estas víctimas fueron robo en distintas modalidades (51.9%), extorsión (17.3%) y fraude (14.3%). Se calcula en 286.3 mil millones de pesos (6,468 pesos por afectado) el costo total de los daños que estos delitos causaron a las víctimas. Esta cifra equivale al 1.54% del PIB de México.
De igual manera, una franja importante de la población tiene conocimiento de diversos delitos o conductas antisociales que se comenten en el entorno donde vive. Entre ellos: consumo de alcohol en vía pública (65.4%), robos o asaltos frecuentes (52%), consumo de drogas (51.1%), venta de drogas (35.2%), disparos frecuentes de arma de fuego (33.5%), pandillerismo o bandas violentas (32.8%), homicidios (27.1%), riñas (23.3%) y venta de piratería (21.6%).
Víctimas no Denuncian por Ineficacia y Corrupción de Autoridades
Pero a pesar de ser víctimas de la delincuencia o saber que otras personas lo son en su vecindario, la mayoría de los ciudadanos prefiere no denunciar. En 2018 solo uno de cada diez delitos cometidos se reportó formalmente a las autoridades. Casi dos terceras partes de los afectados argumentan fallas graves en las oficinas encargadas de la justicia para no denunciar. Para estas víctimas las autoridades son sinónimo de ineficacia y corrupción, además de que les inspiran desconfianza e incluso temor a ser dañadas por ellas.
Estas percepciones también nacen de la experiencia sufrida. A más de la mitad de las víctimas tomó más de tres horas interponer una denuncia en 2018. Y de las denuncias presentadas, se estima que solo en una de cada cuatro se logró alguna resolución a favor la víctima. Las resoluciones favorables consistieron en recuperación de bienes robados, puesta del delincuente a disposición del juez, otorgamiento de perdón o reparación del daño. En contraste, en la mayoría de los casos simplemente “no pasó nada” o no se continuó con la investigación.
Frente a este panorama no sorprende que el 67.2% de la población considere a la inseguridad como el principal problema del país, muy por encima del desempleo (32.8%) y el aumento de precios (28.1%). Tampoco extraña que un segmento importante de ciudadanos haya dejado de realizar diferentes actividades habituales por miedo a la inseguridad. Entre ellas: permitir salir solos a hijos menores (71%), usar joyas (60.9%), salir de noche (53.4%), llevar dinero en efectivo (50.4%), salir a caminar (37.4%), tomar taxi (35.9%), visitar parientes o amigos (34.7%), salir a comer (28.4%), ir al cine o al teatro (27.7%), ir al estadio (25.7%) y usar transporte público (23.1%).
No se Prevé que Mejore la Seguridad
No se prevé que el escenario de inseguridad cambie en el corto plazo. Los cifras más recientes de incidencia delictiva (reportadas por el Secretariado Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública) son, por el contrario, desalentadoras. 2019 se perfila como el año más violento de la historia contemporánea de México. De enero a agosto de este año los homicidios dolosos, lesiones dolosas y feminicidios aumentaron en 2.4%, 4.1% y 14.1%, respectivamente, en comparación con el mismo lapso de 2018, el año más violento hasta la fecha.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha apostado al voluntarismo para enfrentar la crisis de seguridad. Desde que asumió el poder en diciembre de 2018, AMLO preside de lunes a viernes las sesiones del gabinete de seguridad. Este modelo se replica a su vez en todos los estados, donde es encabezado por los gobernadores. El mandatario también ha buscado disminuir la incidencia delictiva, a través subsidiar la contratación de jóvenes desempleados, el alza de sueldos y la creación de empleos.
Los dos primeros factores han tenido un desempeño positivo en este año, mas no el tercero. Este año el gobierno federal proyecta afiliar a 900 mil personas al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, en tanto que el salario mínimo aumentó 100% en la frontera norte y 16% en el resto del país. En contraste, de enero a agosto de este año solo se generaron 342,645 nuevos empleos, casi la mitad de los 644,978 logrados en el mismo periodo de 2018.
Panorama de Indefensión para los Mexicanos
De cualquier manera, la información disponible muestra que esta estrategia ha sido ineficaz para reducir la criminalidad. Pero aún así el gobierno federal ha anunciado que la mantendrá sin cambios, como lo comenté en otro artículo. Tampoco se conoce ninguna innovación de los estados para atender la inseguridad. Es menos esperable aún alguna respuesta efectiva del lado de los municipios que, por el contrario, son cada día más colonizados por el crimen organizado.
Este entorno no significa otra cosa que mayor indefensión para los mexicanos, quienes tendrán que seguirse habituando al temor de la inseguridad y a limitar todavía más sus actividades normales para evitar ser víctimas de la delincuencia.
* Foto: Mapa de México. Fuente: INEGI.